Atrio de los Gentiles en Zaragoza, lugar de diálogo para una nueva humanidad


El Atrio de los Gentiles era el espacio del antiguo templo de Jerusalén al que

todos podían acceder judíos y no judíos para encontrarse y dialogar de manera respetuosa, con los maestros de la Ley dispuestos a escuchar las preguntas de la gente sobre Dios.


Actualmente, el Atrio de los Gentiles es una iniciativa del Consejo Pontificio de la Cultura. Se trata de un ámbito de encuentro y diálogo con el diferente, un espacio de expresión para los que no creen y para los que se hacen preguntas a cerca de la propia fe. Una ventana abierta al mundo y a la cultura contemporánea. A nivel de Roma se han organizado diversos encuentros de diálogo, invitando a grandes pensadores de diferentes ámbitos no cristianos a dialogar sobre temas diversos. El Atrio, un lugar de encuentro y de diversidad. Y, esta experiencia se ha extendido a niveles más cercanos como las diócesis. Concretamente, en nuestra archidiócesis también se quiere poner en marcha como lugar de encuentro. Por eso, el pasado martes, 19 de noviembre, tuvo lugar en el Centro Cívico de Ejea de los Caballeros (Zaragoza), un Atrio de los Gentiles. Organizado por la Delegación Episcopal de Apostolado Seglar de Zaragoza y por las parroquias de Ejea,  con representantes de diferentes procedencias, credos y tradiciones; compartieron un espacio de diálogo y encuentro.
Presentados y moderados por María José, quien introdujo y centró el acto (Delegada de Apostolado seglar) y por David (Sacerdote de Ejea), intervinieron Rodrigo (movimiento católico, Encuentro y Solidaridad), Sofian y Mhohamed (comunidad musulmana de las Cinco Villas) y el padre Daniel (sacerdote ortodoxo). El tema elegido fue «HACIA LA FRATERNIDAD UNIVERSAL».  Después, de una breve intervención de cada uno de los ponentes y un pequeño turno de réplica, se mantuvo un diálogo muy enriquecedor entre todos y con el resto del público asistente, que también tuvo la oportunidad de hacer algunas preguntas.
En la mesa se compartieron frases tan hermosas, como las siguientes: “gracias por darnos la oportunidad de abrir nuevos caminos”, “cuando Dios nos creó no nos creó ni católicos, ni musulmanes, ni ortodoxos”… Aunque de culturas y credos diferente, compartimos una antigua tradición común. Y, en un mundo, donde parecen predominar grandes desencuentros, los creyentes tenemos una palabra que decir. Tenemos muchos lugares de encuentro en los que trabajar en la misma dirección. Dirección que no es otra que caminar hacía la fraternidad universal.  Tendiendo puentes para construir una nueva humanidad: la preferencia por el débil y el oprimido, la acogida al forastero, el cuidado de la familia como fuente de solidaridad, la defensa de la vida, la protección del medio ambiente como casa creación y casa común… Son lugares donde los creyentes podemos y debemos encontrarnos.
En definitiva, tuvimos un pequeño acto, que quiere contribuir a caminar en esa cultura del encuentro tan necesaria. La experiencia fue muy positiva, y muestra de ello es que muchos de los asistentes manifestaron su deseo de organizar otro atrio de los gentiles próximamente; lo que nos anima a continuar con esta experiencia en Ejea… Y porqué no, otros lugares de la provincia.
Delegación episcopal de Apostolado seglar

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