No son suicidios. Son Asesinatos
Un hombre de 62 años que vivía en régimen de alquiler en un piso del barrio de La Almozara se quitó la vida este lunes porque iban a desahuciarle al día siguiente. Según ha podido confirmar este periódico, el fallecido se ahorcó subiéndose a una mesa y dejó sobre ella tanto un manuscrito con las razones por las que se había suicidado –el desahucio–, como la notificación del desalojo que le había mandado el juzgado. Se había visto obligado a dejar de pagar las cuotas mensuales del alquiler por su precaria situación económica. Los vecinos de este edificio, cuya ubicación exacta no se incluye en
esta información para proteger la privacidad de la familia, señalaron
que este hombre, cuyo identidad responde a las iniciales J. A. B., vivía con su mujer y una de sus hijas.
La esposa fue la primera que encontró el cadáver de su marido cuando
regresó a su domicilio, sobre las 11.00 del mismo lunes. Hasta allí se
acercaron agentes de la Policía Nacional y una ambulancia de los
Bomberos de Zaragoza.
Los residentes también apuntaron que la víctima se encontraba en el paro y que tanto su mujer como su hija tenían trabajos muy precarios (al parecer, de solo unas horas al día). Sin embargo, ninguno de los vecinos consultados sabía que esta familia, de nacionalidad española, estuviera en una situación económica tan delicada ni que fueran a desalojarles al día siguiente. Llevaban viviendo alrededor de medio año en este domicilio, que es propiedad de un particular.
Los residentes también apuntaron que la víctima se encontraba en el paro y que tanto su mujer como su hija tenían trabajos muy precarios (al parecer, de solo unas horas al día). Sin embargo, ninguno de los vecinos consultados sabía que esta familia, de nacionalidad española, estuviera en una situación económica tan delicada ni que fueran a desalojarles al día siguiente. Llevaban viviendo alrededor de medio año en este domicilio, que es propiedad de un particular.