“¿Qué vas a pedir un 1 de Mayo, si no es trabajo?”

 

Javier Sánchez. Huesca. www.heraldo.es
 
Los usuarios de la oficina del Inaem de Huesca muestran sus inquietudes ante el Día Internacional de los Trabajadores
Mural contra el paro en el barrio de San Pablo, Zaragoza
  • Para los usuarios de las oficinas del Inaem, todos los días son 1 de Mayo. Su historia, sus reivindicaciones personales, sus esperanzas para el futuro, son la mejor pancarta con la que puede contar el Día Internacional de los Trabajadores. “Llevo viviendo en Huesca 4 años e inscrito en el paro desde marzo y lo que más me ha preocupado desde entonces es poder inscribirme en los cursillos de formación, porque el mercado laboral es ahora mismo muy complicado y espero que de esta forma puedan ampliarse mis posibilidades laborales”, comenta Luis Orellana, quien se dispone a entrar en la oficina del Inaem en Huesca de la calle de San Jorge.

    Luis ha conseguido plaza en un ciclo sobre instalación de paneles solares. En su opinión, la capital oscense cuenta también con una dificultad añadida para los aspirantes a un puesto de trabajo, ya que como él mismo dice: “no es una ciudad de grandes industrias, sino de pequeñas y medianas empresas”. Tiene esperanza en el futuro. Así, con la llegada del verano y después de haber vivido un tiempo en Canarias, piensa focalizar la búsqueda de empleo en el sector de la hostelería. En su opinión, en la oficina del Inaem de Huesca haría falta más personal, ya que hay: “muchas mesas y pocas personas que atienden”. Su fórmula para salir de la crisis es muy sencilla: “Si no conseguimos remar todos para el mismo lado, no vamos a conseguir salir adelante”.
    “¿Qué vas a pedir un Primero de Mayo si no es trabajo?”. Esta es la pregunta que se hace, por otra parte, Joaquín Vivas, usuario también de la oficina de empleo de Huesca. Acude, en esta ocasión, para darse de baja en el cobro de la prestación por desempleo, ya que va a comenzar a trabajar como autónomo. “Es la única salida que veo, ya que contratar, no contratan a nadie en ningún sitio y no queda más remedio que buscarse la vida”, comenta. En su opinión, el sistema de cita previa con el que cuenta la oficina ha sido todo un acierto, ya que evita las masificaciones. “Evitas esa sensación de juntarte quinientas personas, todos a la misma hora”, asegura. Para el 1 de Mayo espera, por otra parte, “que no llueva, para que pueda salir todo el mundo a la calle”.

    Otra usuaria, por otra parte, prefiere quedarse en casa. “En mi opinión, la labor que realizan los sindicatos no sirve de nada. No les veo ninguna utilidad. Antes tenían motivos de sobra para hacer algo, pero ahora ya es tarde. Cuando vea que han hecho realmente algo, volveré a creer en ellos”, asegura, tajante.
Apoyar a la familia
Tras ella llega otro de los usuarios de la oficina de la calle San Jorge de la capital oscense, Ramón García. “Económicamente no me va muy bien, tengo dos hijos, he trabajado toda mi vida y el hecho de que las circunstancias estén ahora tan mal supone para mí un desajuste”, confiesa Ramón. “Me parece muy bien que el Gobierno se preocupe del paro juvenil, pero pienso, a nivel personal, que deberían ocuparse un poco más de las familias, ya que creo que son las que tiran de este país”, añade Ramón. No tiene muchas esperanzas en las movilizaciones del Primero de Mayo. “Ya está, como se suele decir, el carro tirado por el pedregal. Está bastante difícil y con todos los recortes como está habiendo, no veo solución ahora”, afirma Ramón.

También acude a la oficina de la capital altoaragonesa Noemí Aguareles. “No tengo ninguna esperanza en que se avance en el problema del paro”, asegura, con tristeza. “Es intentar luchar contra los que mandan y no podemos hacer nada, cada uno, además, ha votado a quién ha querido”, comenta. En su opinión, los sindicatos habían aceptado ya con anterioridad el nuevo contrato laboral, “aunque ahora lo nieguen”.

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