LOS BENEFICIADOS DE LA CRISIS
La realidad aragonesa de los últimos meses nos sigue mostrando que no a todos les va mal con la crisis. Algunos hasta mantienen sus beneficios y otros aprovechan la situación para tomar las medidas que más beneficios les generan sin preocuparse de si son legítimas o no. Entre los que aseguran mantener bien saneadas sus cuentas nos encontramos a los bancos. El Director General de la Caja Inmaculada, Luis Miguel Carrasco afirma pletórico que acabarán el año con un resultado similar al del año pasado: 18 millones de beneficio. La pregunta que nos hacemos es ¿Cómo lo hacen?. Cómo lo hacen para que este escenario de paro y precariedad sin precedentes en la historia de la comunidad, de deshaucios y embargos de viviendas, de familias que no llegan a fin de mes, no les afecte y puedan seguir declarando los mismos millones de beneficio. A lo mejor es porque sus beneficios tienen mucho que ver con los perjuicios causados a las familias que han contratado sus hipotecas con la CAI. O puede que sus beneficios respondan también al “cierre del grifo” de sus créditos a las pequeñas empresas cuando les ha convenido para aumentar su liquidez a pesar de haber recibido directa o indirectamente algunos millones del Estado para salvar a los bancos. Debería explicarnos a los aragoneses el señor Carrasco en qué medida se ha beneficiado de esta maldita crisis la banca en general y su Caja Inmaculada en particular.
Los hay también que aprovechan la situación para tomar medidas “extraordinarias” con el pretexto de la mala situación económica de la empresa cuando resulta que al final esta no es tan mala. Este es el caso de empresas como CISA cerraduras que presentó un expediente de extinción de empleos que afectaba a 135 trabajadores de su planta en Calatayud. El comité de empresa alegaba que la planta en 2009 incrementó sus beneficios a pesar de bajar la facturación y aumentar la productividad. Parece que esto a la empresa no le parece suficiente y no hubo acuerdo. Otro caso similar es el de Prosegur a quien UGT ha denunciado por despedir trabajadores y exigir horas extras a los “privilegiados” que continúan en la empresa. Sin duda esto les resulta más rentable que repartir el empleo. Este tipo de empresas se frotan las manos con la Reforma laboral aprobada en junio que nos acerca aún más al despido libre.
En fin, que esto de la crisis es un chollo para la banca, las empresas que sólo buscan aumentar beneficios y unos pocos más. Sepan, eso sí que estos beneficios para unos pocos salen del sufrimiento, de la explotación y del robo legalmente aceptado a miles de familias y trabajadores aragoneses y a los empobrecidos de la Tierra.
