La contratación temporal, cáncer del sistema
Recogemos en estas páginas un extracto de
la entrevista realizada a la que fue
presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, con
motivo de su participación en unas jornadas
sobre la reciente sentencia del Tribunal
Supremo sobre la ultraactividad de los
convenios colectivos.
“Soy una auténtica detractora de la
contratación temporal, me parece que
produce unos daños en el sistema de
relaciones laborales en su conjunto terribles.
El trabajador no acaba de incardinarse en
un proyecto empresarial cuando está tan
poco tiempo. La memoria del Consejo
Económico y Social de 2013 señala que en
el conjunto de contratos temporales,
incluidos a tiempo parcial, el 49% había
sido de una duración de una semana o
menos. Eso es irse por el sumidero la
formación, el incremento de la
productividad y la competitividad. Hay
modelos de competitividad que se basan en
la excelencia del trabajo y buenas
relaciones laborales, y también los hay que
se basan sólo en el bajo coste del trabajo, y
cada uno tiene sus consecuencias.
- Por lo que dice, parece que no le gusta
del todo la reforma laboral...
- En España la contratación temporal se
introdujo en el año 84 y desde ese
momento ha sido un cáncer en el sistema
que no hemos logrado superar. Reformas laborales ha habido muchísimas y ninguna
ha puesto remedio a la altísima tasa de
temporalidad del sistema español de
contratación. Que no activa la demanda
interna, porque si un empleado trabaja al
año una semana o un mes, o entra y sale,
eso actúa contra decisiones como
comprarse un coche, formar una familia... o
no digamos adquirir una vivienda. Alguien
que trabaja un mes no puede permitirse una
decisión de ese calibre. Ahora lo normal
será que un trabajador esté en más de una
empresa a lo largo de su vida. Pero eso hay
que hacerlo con la seguridad para después
del empleo y en España no hemos sabido
hacer esos mercados donde puede haber
rotación. Lo hemos llevado a través de la
facilitación del despido y a través de la
contratación temporal, y eso produce un
modelo productivo empobrecido.
- Entonces, ¿la reforma no ayuda?
- Ningún país tiene un mercado de trabajo
como España, con cinco millones de
despidos individuales. Se ha reformado el
despido para favorecer el económico y
resulta que se sigue despidiendo por
disciplinario, improcedente, individual, o
por no renovación del periodo de prueba.
¡Cinco millones, que eran contratados
indefinidos!. Algo no se ha resuelto, pero
no en esta reforma laboral, tampoco en las
anteriores.