POR QUÉ TANTO MAL A NUESTROS MAYORES
Hoy en los ambientes se respira cierta inquietud por hacer recortes que nos lleven a salir pronto de la crisis. Agarrándome a la pregunta que forma el título de este artículo me vuelvo a preguntar ¿Por qué se pisotea la dignidad de nuestros mayores convirtiéndolos en las principales víctimas de los recortes que se realizan para salir de la crisis?
Las personas que hoy cuentan con edades comprendidas entre 80 y 90 años, son aquellos que de los años 1935 a 1940 eran los niños que sufrieron las consecuencias de una guerra civil de la que no fueron culpables. Por la situación en que quedó España tras la guerra tuvieron que empezar a trabajar a muy corta edad en jornadas interminables de duros trabajos, descansado, a veces, los domingos por la tarde. Pasando hambre, frío y toda clase de privaciones, la suerte que con frecuencia corrieron fue la explotación, el analfabetismo, la incultura, el embrutecimiento y en muchos casos la marginación. Gracias a ellos y a los que vendrían después se pudo levantar una España que acabaría conociendo la paz y unas cotas importantes de bienestar…, merecen que se siga reconociendo su dignidad y se les respete.
Hoy vuelven a ser castigados por las consecuencias de una crisis de la que tampoco han sido culpables. ¿Por qué os empeñáis tanto en quitar a estas personas mayores una vida digna y justa que tienen ganada con muchos años de trabajo?
Tan apenas se les revalorizan las pensiones o se les congelan, y como añadidura, en muchos casos, con un poder adquisitivo muy limitado tienen que volver a soportar la carga de hijos que se ven obligados a volver con sus padres, víctimas del paro y de una sociedad incapaz de ofrecerles los medios mínimos necesarios para poder ganarse la vida.
Se ve venir, digan lo que digan, que van a reducir las coberturas sanitarias. ¿Qué suerte espera a los mayores con este tipo de medidas? ¿Acaso se está intentando con todo esto, para reducir gastos, acortar la vida de estas personas ancianas?
¡Cuidado con todo esto, pues es edificar sobre arena! Esto puede suponer que vengan males que nadie desea.
Jesús Arcusa (obrero jubilado)
Las personas que hoy cuentan con edades comprendidas entre 80 y 90 años, son aquellos que de los años 1935 a 1940 eran los niños que sufrieron las consecuencias de una guerra civil de la que no fueron culpables. Por la situación en que quedó España tras la guerra tuvieron que empezar a trabajar a muy corta edad en jornadas interminables de duros trabajos, descansado, a veces, los domingos por la tarde. Pasando hambre, frío y toda clase de privaciones, la suerte que con frecuencia corrieron fue la explotación, el analfabetismo, la incultura, el embrutecimiento y en muchos casos la marginación. Gracias a ellos y a los que vendrían después se pudo levantar una España que acabaría conociendo la paz y unas cotas importantes de bienestar…, merecen que se siga reconociendo su dignidad y se les respete.
Hoy vuelven a ser castigados por las consecuencias de una crisis de la que tampoco han sido culpables. ¿Por qué os empeñáis tanto en quitar a estas personas mayores una vida digna y justa que tienen ganada con muchos años de trabajo?
Tan apenas se les revalorizan las pensiones o se les congelan, y como añadidura, en muchos casos, con un poder adquisitivo muy limitado tienen que volver a soportar la carga de hijos que se ven obligados a volver con sus padres, víctimas del paro y de una sociedad incapaz de ofrecerles los medios mínimos necesarios para poder ganarse la vida.
Se ve venir, digan lo que digan, que van a reducir las coberturas sanitarias. ¿Qué suerte espera a los mayores con este tipo de medidas? ¿Acaso se está intentando con todo esto, para reducir gastos, acortar la vida de estas personas ancianas?
¡Cuidado con todo esto, pues es edificar sobre arena! Esto puede suponer que vengan males que nadie desea.
Jesús Arcusa (obrero jubilado)
